jueves, 3 de abril de 2008

Fernanda, en la clínica, dándoselas de andaluza

Que me han pedio que’hcriba una cosa y que no se me ocurre ná, mi arma. Y cómo se me va ocurrí, si hace máh de un mé que casi ni sargo de’hte sitio; de ehte mardito edifisio de paredeh blancah, de pisoh blancoh y de personah blancah también, que llegan a mimetisase en loh pasilloh; con unah contrussioneh ar lao que no dan tregua ni de día ni de noshe, y con toah lah preocupasione que mi mamita me dehó con su partía (que la casa con un montó de cashivashe, que loh perroh grande que nadie se quiere llevá, que loh papeleh que hay que firmá...) Y con er doló: er mío y er de toa mi familia.

Pá qué hablá de lah rasoneh que me tienen aquí: primero lah operasione de mih hermana produ’to der assiénte (a una hubo que operale la colunna y la naríh, a la ota la cadea y la roílla: too sinificó tre semanah en la clínica); dehpueh, como si no hubiese sío sufisiente, hay que inte’ná a la abuelita (a la madre de mi abuela, digo) po una infessión en loh riñoneh; y a loh doh día una de lah niñita sale con ota cosa: que suh doloreh en er vientre eran poque se había gorpeao er intehtino y se le produho una necrosi, y entonse hubo que co’tale osho centímetro y sacale er apéndise. ¿Podéi haseroh una idea?

Ahora mihmo, ahora que trato de’hcribí, son lah cuatro de la ta’de. Ehtoy en la piesa de la abuelita con mi abuela (su hiha digo, que ehtá completamente hesha pedasoh) y mi tío Miguel. La enfe’ma no deha ni un minuto de hodé: grita, reclama, trata de levantase y de sacase toa esa sa’ta de cableh que la mantitene con vida (la sonda der ossígeno, de la comía, de la orina...) Poque la cosa eh q’ella no quiere viví: ¿y cómo va queré si ya ni ve, ni oye, y tiene una pena negra que no la deha pará de llorá? Pero ná podemoh’asé nosotroh pá que se rehpete su voluntá de que la dehen tranquila: ya no essihte er consepto der buen morí; tooh ehtamo condenaoh a lah maravilla de la te’nolohía y al “heroihmo” de loh médico. A menoh que noh caigamoh en un avión.

Que me han pedío que’hcriba, mi arma.

1 comentario:

carolita dijo...

Fernanda:

felicitaciones. Tu texto está buenísimo, no sólo por la imitación de registro, también por la emoción.

Me encantó.

Puntaje: 1,0